Comienza subiendo tus cejas lo más que puedas, imitando el gesto que hacemos cuando algo nos sorprende, luego realiza el movimiento inverso, frunciendo un poco el ceño. Puedes repetir este ejercicio y el resto de los que te proponemos diez veces.
Otro movimiento sugerido es el de cerrar tus ojos y apretar con fuerza las cejas y la nariz, aguantando con este gesto durante unos cinco segundos.
La estrategia de sonreír de forma completamente exagerada, sintiendo como todos los músculos de tu tez se estiran y relajan, es una de las más usadas a la hora de ejercitar el rostro, incluida la frente. Intenta mantener el gesto durante dos segundos a cada repetición.
Si llevas a cabo esta rutina diariamente comenzarás a notar como los músculos de tu cara lucen mucho mejor y más tonificados, ayudando así a combatir y disimular el paso del tiempo.
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